Estudiantes de la humilde comunidad de Playa Chiquita, en Puerto Caimito de La Chorrera, dejaron atrás su escuela de rancho, que estaba a un lado del vertedero, y ahora tienen una nueva estructura en un lugar más cómodo.
Los esfuerzos del maestro Rufino no han sido en vano, y ahora los 43 niños serán repartidos en dos salones multigrados.
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