La Moza del Amor

Redacción | DIAaDIA

Hola Moza, te escribo para decirte que tengo una vida muy complicada y espero que me ayudes a resolverla. Moza, me casé enamorada, y cuando me entregaron mi casa, decidí traerme a mi hermana a vivir conmigo. A los pocos meses descubrí que ella estaba embarazada, tenía 4 meses de embarazo y yo, sin darme cuenta, también lo estaba, pero tenía dos meses. Eso me alegró mucho, aunque estaba súper nerviosa, porque jamás le conocimos novio alguno. Bueno, ella trabajaba y era, en ese momento, responsable de sus actos. Los meses pasaron y un buen día, cuando iba para el trabajo, me puse mal y decidí regresar a la casa para recostarme. Cuando llegué, me sorprendí; su carro estaba afuera y él, mi esposo, no estaba por ningún lado ni mi hermana tampoco, pero cuando entré al cuarto me llevé tal sorpresa. Allí estaban ellos haciendo el amor.

Casi me muero, me desmayé y estuve muy mal en el médico; tanto, que mi hijo nació de 7 meses, y a los pocos días, nació el de ella, un varón también, ambos idénticos a él. No puedo creer que me hayan hecho algo así. Los boté a los dos de mi casa y para mi sorpresa, él tenía otra mujer y muy pronto la abandonó. Ella, sin saber a dónde ir, llegó hasta mi puerta a rogarme que la perdonará y como no tenía a dónde ir, la dejé entrar con su bebé de apenas 4 meses. Quiero que me digas, qué puedo hacer. Ella está arrepentida, pero yo tengo aún tanto dolor en el alma que jamás lo voy a olvidar. Me ha pedido una oportunidad y me dice que va a trabajar duro para mantener a su hijo y ayudarme en todo lo que necesite, hasta que pueda valerse sola y conseguir a dónde ir. Dime, ¿qué hago? Quiero decirle que sí, pero no sé, estoy confundida.

HAZ LO QUE DICE TU CORAZON

Hola, me parece que tu historia es muy difícil, pero quiero darte mi respeto, por la manera en que haz actuado con tu hermana, después de lo que te hizo. Eso deja mucho que decir de ti; por eso, te aconsejo que hagas lo que dice tu corazón. Creo que si quieres darle una oportunidad, está bien, pero poniéndole los puntos sobre las íes.

A veces uno se equivoca, por eso, creo que todos tenemos derecho a una oportunidad y ella, aunque metió la pata hasta el fondo contigo y destruyó tu vida, no es la excepción. A tu esposo, es bueno que lo hayas echado, es un sinvergüenza, pero ¡tranquila! Pronto tendrás tu recompensa. ¡Suerte!

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