Dos jóvenes saudíes fueron condenados a recibir 70 latigazos cada uno y a memorizar el Corán tras ser declarados culpables por piropear a una chica. Ambos hombres, de unos 30 años, fueron sorprendidos piropeando a la joven en un centro comercial. Los jóvenes fueron detenidos por la "Policía Religiosa".