1829 Acusado de cómplice en el frustrado magnicidio de Bolívar, Tomás Herrera es condenado primero a muerte, posteriormente a prisión por tiempo indeterminado y finalmente su pena conmutada por el desierto de su patria.
1829 José Domingo Espinar, secretario general de Bolívar, comunica al Libertador, que el ejército nacional ha derrotado la conspiración del General Plaza.