Fervor y entusiasmo es lo que se vivió en Natá de los Caballeros, durante la procesión de San Juan de Dios, quien estuvo acompañado de cientos de feligreses de distintas comunidades.

Todos los años, los 8 de marzo se apersonan los creyentes para caminar la procesión, algunos vestidos con túnicas negras alusivas al santo y otros descalzos.

Las mandas son comunes dentro de la Iglesia Católica por los favores que reciben las personas luego de realizar las peticiones a los santos.

A la procesión asistieron personas humildes, sobre todo las que estaban reunidas en la Casa del Pueblo.

Posterior a la procesión que fue dirigida por el párroco Samuel Arcia, se dio inicio a la eucaristía en la Basílica Menor Santiago Apóstol de Natá de los Caballeros.

Las personas que fueron a la Casa del Pueblo esperan que se acabe la procesión para luego retirarse hacia sus hogares con los víveres y el apoyo monetario que reciben cada año.