Le encanta atender a los niños. Desde siempre le interesó la carrera. Con algunas colegas. (Foto: Adriano Duff / EPASA)
Milagros Murillo F.
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Desde hace 20 años, Cándida De Gracia es enfermera. "Me gusta ayudar a las personas, sobre todo a las más humildes, porque yo vengo de un hogar humilde", fue lo que respondió cuando se le interrogó sobre por qué decidió estudiar esa profesión.
Cándida sentía la necesidad de ayudar a las personas y es por eso que asegura no se arrepiente de su carrera, y a pesar de que no fueron fáciles los años de estudio, ella dice que como le gustaba la profesión, pudo culminarla satisfactoriamente.
Fueron muchos los años que esta enfermera trabajó en la sala de maternidad del Hospital Santo Tomás, de allí la trasladaron a la Región Metropolitana de Salud donde actualmente labora atendiendo en lugares como Boca La Caja, El Chorrillo, Paraíso, y apoya al puesto de salud de Kuna Nega.
Cándida asegura que lo más difícil de la profesión es la falta de recursos para poder ejercerla, pues hace falta más personal y en el que está se lleva mucho peso. "Estamos agotadas, pero si te gusta la profesión, es bonito el servir", afirmó.
Hay enfermeras que no tienen la vocación, pero en el caso de Cándida, ella dice que disfruta su trabajo, sobre todo trabajar con los niños y orientar a las madres para que vean la importancia de que ellos tengan las vacunas al día y más en las giras médicas, donde pueden captar mayor público.
Cándida tiene dos hijas, quienes comparten con ella su amor por la profesión, incluso una está en el último año de medicina y la otra es ingeniera. "Ellas me comprenden muy bien y me apoyan", destacó.
"Estoy conforme con mi carrera y creo que el día en que me jubile voy a estar satisfecha de lo que yo he dado como enfermera, porque lo he hecho con amor", culminó.
PROFESIONAL
Aparte de ser enfermera, Cándida es licenciada en Salud Ocupacional y también la ejerce.