Viven en plena ciudad y en medio de tantas necesidades. Los residentes del corregimiento de Pueblo Nuevo viven en una constante agonía a causa de los problemas y limitaciones a los que se enfrentan día tras días.

DIAaDIA realizó un recorrido por este corregimiento para conocer de viva voz todas las necesidades de sus habitantes.

POBREZA, POBREZA Y MAS POBREZA

Esta es la constante de este barrio, y entre la alegría de los vecinos, se escapaba la desdicha de vivir en caserones a punto de derrumbarse por las polillas, las inclemencias del tiempo y los años.

El problema principal de la mayoría es no tener una casa digna y segura para sus familiares.

En estos momentos el número de habitantes de Pueblo Nuevo llega a 21 mil personas y se espera que aumente, por la gran tasa de nacimiento que existe en este popular barrio.

Lo más increíble es ver el contraste que existe entre las barracas y los edificios y negocios ubicados a pocos metros de éstas.

LA INSEGURIDAD CRECE

Con miedo de que les pase algo y protegiéndose entre ellos, así viven estas personas, y no faltó quien dijera que además del problema de vivienda, lo que abunda en Pueblo Nuevo es la delincuencia. Uno que otro aseguró que se ha convertido en tierra de nadie y que los robos son descarados; "pobre robando a pobre, imagínese señora", nos dijo un residente que pidió reserva de su identidad.

DIAaDIA abordó al representante Carlos "Tito" Lee para que nos explicara qué está haciendo su equipo para contrarrestar esta situación.

El edil aclaró que Pueblo Nuevo cuenta con cuatro patrullas y a las unidades de policía se les ha equipado con celulares, a los que los moradores pueden llamar en caso de que lo necesiten. Sin embargo, los afectados aseguran que la mayoría de las veces la Policía no está allí para auxiliarlos, es más, muchos aseguran que no han visto este número de celular y que de la Junta Comunal no reciben ningún tipo de ayuda.

QUEDAN POCAS

En Pueblo Nuevo ya se puede observar que hay muchas casas de cemento y muchos edificios. Solamente quedan pocas barracas que están en total deterioro, tienen agujeros en toda la madera y amenazan con desplomarse de un momento a otro.

Los residentes expresaron que desean que los trasladen a otro lugar donde puedan tener una vivienda en buen estado, que esas barracas deben ser destruidas y construir viviendas de bajo costo, pero dignas, para que ellos puedan tener una mejor forma de vida. Sólo con esta condición aceptan desalojar las barracas.

SUS FIELES AMIGOS

Los amigos inseparables de los habitantes de Pueblo Nuevo son: las ratas, las cucarachas, los mosquitos y las moscas y, para colmo, las aguas negras.

A causa de la basura, que demora en ser recogida en las barracas, las ratas hacen "japai" y los residentes se quejan que a cada rato están enfermos.

También las aguas negras les han causado enfermedades graves, ya que las tuberías están dañadas desde hace mucho tiempo.

En estos momentos, un niño estuvo al borde de la muerte, porque se le diagnosticó dengue. En estas barracas viven muchos niños y madres solteras.

LOS QUIEREN TIRAR A LA CALLE

Los residentes de la barraca 45-10 atraviesan una situación que los mantiene preocupados, y es que resulta que los dueños del lote donde ellos están ubicados, los quieren sacar de inmediato. Esta situación ha llegado a que los moradores se desesperen, porque no tienen a dónde vivir.

Estas personas tienen toda la vida en este lugar y piden que si los van a sacar, por lo menos los reubiquen en otro lugar, ya que no tienen dinero para comprar una vivienda.

Los moradores no niegan que el terreno pertenece a los hermanos de apellido Lamela, y solamente piden que les den la oportunidad de quedarse en sus hogares, ya que tienen muchos años de vivir allí.

El representante fue consultado sobre este caso, pero aseguró que no estaba enterado, pero que tomará cartas en el asunto.

Por el momento, los residentes sólo quieren vivir tranquilos, en casas seguras y que las autoridades los protejan.

CARACTERISTICAS

El paisaje que se ve al llegar a Pueblo Nuevo, es la basura y las barracas a punto de desplomarse. Aún así los moradores aseguran que en este lugar han vivido los mejores años de su vida, y que sólo hay que "meterle la mano" a los caserones para que todos puedan vivir mejor.