La señora Esmeralda De León está retando al tiempo y a la pobreza en su humilde casa ubicada en la Loma de El Roble de Aguadulce, en donde vive sola desde hace unos 30 años.

Mera, como la conocen los vecinos, es una señora de 72 años de edad que se tiene que guiar por medio de un palo de escoba, ya que ha ido perdiendo la vista.

La señora Mera nunca se casó ni tuvo hijos, solo tiene un hermano que, según ella, no la apoya en sus necesidades a pesar de que trabaja en el ingenio del lugar.

Solo come de lo que le dan sus vecinos, quienes se han divido el desayuno, almuerzo y cena, y los niños del lugar son quienes se encargan de llevársela para que coma, pero su sueño es ser ayudada para tener una vida mejor.