Normalmente los niños tienen el mal hábito de chuparse los dedos, esto, según los especialistas, es una práctica que mantienen por diversas razones.

La primera es por el placer que les produce y porque les ocasiona una sensación de relajamiento. A juicio de la odontopediatra, Gema Martínez, de la Clínica Dental ULACIT, muchos niños tienen la costumbre de chuparse los dedos para conciliar el sueño.

En algunos casos esta situación se debe a que puede haber dificultades en el desarrollo psicomotor de los niños, debido a una escasa estimulación, por lo que ellos lo manifestan a través de ese hábito.

Además, la doctora Martínez manifiesta que si este mal no es controlado a tiempo, su dentadura se verá afectada, ya que los dientes superiores son empujados hacia adelante y por esta razón sobresalen más que los demás, por lo que se tendrá que seguir un tratamiento por largo tiempo.

Una de las opciones que utilizan algunos odontólogos para evitar que los niños se chupen los dedos es ponerles una jaula dental. Esto depende también de la edad que tenga el niño, pues si es un bebé de dos años, no se utiliza este método, pero si es uno de cinco años, puede ser sometido a este tratamiento.

Es por ello que los padres deben prestar mayor atención a este tipo de conducta, por lo que se requiere ingenio y creatividad para controlar y quitar este mal.

Uno de las tácticas que pueden usar los padres para evitar que sus hijos se chupen los dedos es buscar alternativas positivas y que no causen daños físicos, por ejemplo si lo hacen para dormir intente sustituirlo con un peluche, también puede masajear las manos del niño o acariciarle el cabello como forma de relajarle, puede ser una alternativa positiva.

Es más conveniente sustituir un mal hábito por otro bueno, que emplear castigos y prohibiciones. "Nunca utilice métodos como ponerle picante o sabores amargos en los dedos de los pequeños, pues les hace un daño físico", concluyó Martínez.