Hola Moza, mi nombre es Marta y te escribo porque quiero contarte algo que me pasó y no he podido superar.

Moza, me casé con un hombre muy bueno, quien antes de casarnos siempre me decía que por qué no esperábamos un poco más de tiempo para dar ese paso, ya que la boda sería religiosa. Yo lo convencí y, como estaba segura de que me amaba y en ese momento era así, aceptó. Creo que para él fue lo peor y, desde que eso pasó, empezamos a tener problemas. Luego descubrí que estaba embarazada y pensé que las cosas cambiarían, pero me equivoqué. Muy pronto se convirtió en una tortura vivir a su lado. De todas formas, sentí que cuando nació nuestro hijo, tendríamos otra oportunidad. Hasta fui donde el cura que nos casó y le pedí ayuda, pero mi sorpresa fue tal un día, que no sé cómo puedo contarlo.

Un buen día, alguien me dijo que lo vio con una mujer. Yo no le creí, pero me quedé con la duda, pues él a mí me dijo que se iba a una gira de trabajo. Después de eso, empecé a observar lo que hacía y, a los pocos días, descubrí que era cierto, que tenía otra mujer. Quise saber quién era y, como sus padres no sabían nada, llamé a su trabajo y para sorpresa, una chica, a quien él no le caía muy bien, lo tiró al agua. Él anda con una chica de su trabajo y se fue de mi casa cuando se lo reclamé. Ahora vive con sus padres, no quiere saber de mí y ya tramitamos la guarda y custodia de nuestro hijo. Yo lo sigo amando, pero no sé qué hacer para conquistarlo otra vez. Sé que me ama como yo a él, por eso quiero que vuelva, estoy segura de que lo perdonaré.

NO LUCHES POR LO IMPOSIBLE

Hola Marta, lo que me cuentas es muy triste, pero creo que ya es hora de que abras los ojos. Marta, ese hombre no quiere seguir más a tu lado y creo que seguir persiguiéndolo es lo peor. Aún más si sigues engañándote, creyendo que te ama. Piensa que si en verdad te amara, jamás hubiera buscado otra ni te hubiera dejado. Lo que te puedo recomendar es que lo dejes seguir su vida y tú aprendas a vivir sin él y luches por el futuro de tu hijo.

Sé que suena feo, pero tienes que respetarte. Aprende algo: cuando un hombre no quiere dar un paso, es mejor que no lo dé, pues va directo al fracaso. ¡Suerte!