Jarkin Araúz comenzó su carrera deportiva en el 2004. (Foto: Gonzalo Bocanegra / EPASA)
Fermín Estribí
| DIAaDIA
No se rinde. Jarkin Araúz es una niña de 12 años que se abre paso en el mundo competitivo del karate.
A su corta edad, esta chica ha tenido un ascenso tan rápido en esta disciplina, al punto de que ya alcanzó el cinturón negro en las modalidades de kata y kumite.
Sin embargo, no todo ha sido color de rosas para esta jovencita en su carrera marcada por los éxitos y los obstáculos que amenazan con truncar sus sueños.
INICIOS
Hace cinco años, Jarkin se interesó por el karate gracias a que su pediatra lo practica. Por tal razón, buscó junto con su madre diferentes escuelas e ingresó a una de la que se retiró, porque no se sentía cómoda con su método de enseñanza.
"Cuando fui a la primera escuela no quería saber nada más de karate, porque trataban de una forma demasiado estricta a los niños", dijo la pequeña, quien retomó su interés por ese deporte al percatarse de que habían instructores que tratan con más dedicación y cuidado a los chicos.
TRAYECTORIA
Actualmente asiste junto con sus hermanas, Ashley y Sharys, a la Academia Shotokan Riu Karate Do Panamá, en la que no sólo han aprendido mucho, sino que también han hecho grandes amigos.
Gracias al karate, Jarkin ha competido en diferentes torneos, como por ejemplo la Copa Internacional DSKA 2008, en la que obtuvo el primer lugar.
Como apenas inicia su paso por la vida, esta joven karateca está llena de sueños. Dos de ellos son seguir estudiando para convertirse en una abogada o contadora destacada, y por supuesto representar a Panamá en torneos internacionales. Sin embargo, estos anhelos podrían perderse en el mar de las ilusiones.
OBSTACULOS
La difícil situación económica por la que pasa su familia pone en riesgo la carrera deportiva de Jarkin y su educación.
Su madre, Jarkin Castillo, explicó a Día a Día que no ha podido inscribirla en ningún centro educativo debido a que en el Colegio Bilingüe Emmanuel, donde estudiaba hasta el año pasado, no le entregan los créditos con sus notas.
Esta madre soltera precisó que la falta de dinero en su hogar le impide pagar un retraso de seis meses en la mensualidad de ese plantel, cuya cuota es de 57 dólares, por lo que ya no puede continuar con sus estudios allí.
"Ahora mismo estoy en ese dilema, porque ni siquiera sé si la voy a poder enviar a la escuela", agregó Castillo quien asegura comprender la posición de los directores del plantel. No obstante, necesita esos documentos para matricularla en otro instituto de enseñanza.
Con voz entrecortada, esta señora indicó que se encuentra desempleada, pero gracias a la ayuda de amigos y familiares y por el dinero que gana en diferentes trabajos temporales, tanto en casas de familia como en restaurantes, ha podido llevar el sustento a su hogar y pagar los costos de las clases de Jarkin y sus hermanas en la academia de karate.
A pesar de esto, Castillo no pierde el deseo de ayudar a sus niñas, en especial a Jarkin a quien describió como una estudiante dedicada y una buena deportista. Prueba de ello es que se las ha arreglado para pagar los gastos que acarrea practicar karate.
"Cuando tengo la facilidad de pagar (la mensualidad), hago un abono", afirmó la madre quien detalló que el costo mensual de las lecciones es de 87 dólares.
Además, los directoras del Shotokan Riu Karate Do Panamá le dan la oportunidad de pagar una clase general que se lleva a cabo el último domingo de cada mes. Este tipo de instrucción es exclusivo para cinturones negros y cuesta 15 dólares.
AUXILIO
Aunque agradece la solidaridad mostrada por las personas que la conocen, la desesperación sigue presente en la vida de esta madre de familia al no encontrar aún una solución a sus problemas, que afectan directamente a sus hijas.
Es por eso que ha pensado retirarlas del karate, la señora Castillo no lo ha hecho por insistencia del entrenador de la academia.
"Él lo único que no quiere es que retire a las niñas, porque sabe que tienen mucho potencial y desea seguir con ellas adelante", declaró.
Castillo solicita alguna beca que le permita a Jarkin y a sus hermanas continuar sus estudios, además de un empleo para poder sacar a su familia adelante.
Mientras espera la llegada de esa ayuda, ella aseguró que continuará luchando por cumplir los sueños de sus pequeñas.
COSTOSO
El karate requiere de guantes, protectores, cinturones y un uniforme, cuyo costo mínimo es de 25 dólares.