Es un bateador que se convierte en temible. El panameño Luis Durango vio acción ayer en la derrota de los Padres de San Diego 8 a 7 frente a los Cachorros de Chicago.
Durango, quien en el choque patrulló el jardín izquierdo y la patrulla central, bateó dos candelazos de imparable en cuatro turnos al bate, con dos carreras anotadas y una empujada.
El orgullo de Curundú está trabajando para empezar este año en el equipo grande.