Uno de los graves problemas que sufren los estudiantes es el deterioro de sus libros, ya sea por el descuido o por un accidente. Rasgados, amarillentos, sucios u rotos, son los casos más comunes. Es por eso que a continuación les damos algunos de cuidados.
La humedad: la mejor manera de combatirla es cuidando que el techo y las paredes de su casa sean impermeables y que haya una buena ventilación. El empleo de estanterías abiertas por detrás ayuda a que circule el aire. Hay que dejar bastante espacio entre las estanterías y entre éstas y las paredes para que el aire circule.
Luz solar directa. Hace quebradizo el papel y lo amarillea. Usen cortinas.
Suciedad: una forma de proteger los libros de la suciedad y daños es forrarlos. Se puede usar papel viejo y bolsas de plástico.
Los insectos devoran el papel. Sacar los libros periódicamente de los estantes y sacudirlos con un trapo suave y seco ayudará a desalojar los insectos que se hayan metido entre las páginas. Nunca se debe rociar insecticida químico directamente sobre los libros.
La gente también estropea los libros. Es importante que las personas cuiden los libros, deben manejarlos con las manos limpias. No deben dejar caer encima de ellos comida ni cera, ni deben tampoco rasgar ni doblar las hojas. Deben usar un marcapáginas para saber dónde han interrumpido la lectura en lugar de poner el libro boca abajo con las páginas abiertas.
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