Corrieron con suerte.
El Atlético de Madrid, con poco juego y muchos apuros, recuperó la euforia y se acercó un poco más a los puestos europeos, con una trabajada victoria 2-1 sobre un buen Racing, que se sintió perjudicado por el arbitraje.
No le sientan bien los tiempos de calma al Atlético, que acostumbrado a vivir bajo la marejada que, ahora, sacude a su vecino, se mostró ante el Racing como un conjunto anestesiado, sin juego ni nervio para aprovechar una jornada propicia.
Lastrado en el centro del campo por las intermitencias de Gabi y las limitaciones de Gonzalo Colsa, el conjunto de Pepe Murcia estuvo todo el primer tiempo a merced del Racing, un equipo que se encuentra cómodo lejos del Sardinero.
El Racing se situó mejor sobre el campo, gobernó el partido y creó ocasiones, pero le faltó contundencia en el área rival, donde ni el brasileño Felipe Melo, en un par de ocasiones, ni el chileno Mauricio Pinilla, en la más clara del primer tiempo (m.14), acertaron a batir al meta argentino Leo Franco.
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