"Hierba mala nunca muere", reza el dicho, y es que Sean Connery se encuentra vivito y coleando en las Bahamas, recuperándose de una operación.
Así es, el actor mejor conocido como James Bond, fue sometido a una intervención quirúrgica al descubrirse que tenía un tumor renal, supuestamente, benigno.
La operación fue realizada en Nueva York y los médicos que lo trataron en un hospital privado, tuvieron que hacerle cinco incisiones, añadió la información divulgada por el diario londinense "The Times".
Mientras tanto, Sean Connery reposa en su paradisiaca residencia junto a su segunda esposa, Micheline, a la espera de una jugosa oferta. Así es, el reconocido actor reveló al periódico que sólo volvería al cine si le hiciesen una oferta "monumental". ¡Definitivamente, no es un novato!
Sin embargo, Connery reconoció que le gustaría fundar unos estudios cinematográficos. Bueno, la verdad, tiene bastante en qué pensar mientras se recupera.
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