La Britney Spears es bien tesa. Y es que no quiere estar un día más en la clínica Promises en Malibú (donde trata su adicción a las drogas y al alcohol), pues estuvo a punto de escaparse tras sobornar a un empleado de este centro de rehabilitación. Según Panorama.com, el intento de huida no llegó a buen puerto pues el sujeto, a quien la ex Princesa del Pop le pagó 5 mil dólares, fue descubierto cuando preparaba su salida de este lugar, por lo que fue despedido. Por ahí dicen que todo esto es un show de marketing, para lanzar su próximo disco. ¡Ayy, Britney!
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