Isaac Barría sueña con jugar en las Grandes Ligas y ser arquitecto. (Foto: Gonzalo Bocanegra / EPASA)
Elisinio González G.
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A simple vista se pudo percibir que era el líder del equipo. Algo así como "El Gran Capitán", como suelen llamar a Derek Jeter, el torpedero de los Yanquis de Nueva York.
Quizás era una coincidencia, pero el pequeño pelotero del equipo Preintermedio de Darién, de nombre Isaac Barría, jugaba la posición de campocorto y hasta llevaba el número dos en su espalda, como también lo hace Jeter en el mejor béisbol del mundo.
De repente, una roleta saltarina salió disparada por los lados de las paradas cortas. Como un felino aquel pequeño gigante, se movió hacia su mano desnuda, atrapó la bola y con una gran potencia disparó un misil hacia la primera base, para poner fuera a uno de los bateadores de Bocas del Toro.
Dos episodios después, Bocas acabó con las ilusiones de Darién, pero no pudo impedir que Isaac siguiera soñando con jugar en las Grandes Ligas.
"Claro que mi sueño es jugar en las Grandes Ligas. Yo practico todos los días para ser igual que Derek Jeter, quien es mi jugador favorito, muestra de ello es que llevo su número en la espalda", dijo muy emocionado el pequeño Isaac, mientras enseñaba el número dos que luce detrás del uniforme.
"Cuando sea grande, sé que podré hacer grandes jugadas como las que hace Derek Jeter con los Yanquis de Nueva York", añadió.
CONFESIONES DEL CORAZON
Mientras golpeaba con una pelota su pequeña manilla, Isaac confesó que su amor por el béisbol nació desde que tenía ocho años, en su querido pueblo de Metetí, en Darién.
"Yo veía a mis amigos que jugaban y fue ahí que me gustó. Practico todos los días, porque quiero ser como Derek Jeter", comentó.
La alegría que irradiaba Isaac era tan grande, que opacaban los rayos del sol que castigan el terreno del Estadio Andy Alonso. Fue en ese momento que nació una confesión que provenía del corazón.
"Te tengo que decir que este guante no es mío, es de mi hermano. Lo que pasó fue que mi guante se me rompió de tanto usarlo. Ahora sí estoy en problemas, porque cuando regrese a Darién no podré seguir practicando para ser algún día como Derek Jeter", enfatizó.
Pero aquí no acabaron las confesiones llenas de inocencia de este humilde pelotero del área olvidada de la provincia del Darién.
"En verdad, he jugado más o menos durante este torneo. Lo que pasa es que no traje mis tacos, porque me pesaban y estaban feos. Así que decidí jugar en zapatillas, las cuales me hacen resbalar", precisó el pequeño de tan solo 14 años de edad.