Sin compasión. El Villarreal se deshizo del Espanyol ayer, 4 goles por 1, gracias a su gran capacidad de pegada, en un duelo vibrante que enfrentó a dos buenos equipos que no defraudaron por la intensidad que imprimieron en su lucha por conservar su plaza en la Liga de Campeones. Ambos equipos salieron al campo dispuestos a dar guerra, cada uno con sus armas características: el Espanyol desde el orden y la fuerza en el centro del campo de Ito y Jarque, y el Villarreal con la inspiración de Riquelme y Forlán. Tan intenso comenzó el partido que era muy difícil hacerse con el control, y mientras los locales avisaban con lanzamientos lejanos de Forlán, los visitantes respondían con llegadas de Oscar Serrano o disparos de Maxi.
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