"No tengo hambre, cuando llego a la escuela me como una empanada y una chicha, mamá". Esta es la excusa más común que los niños les dan a sus madres para no desayunar antes de ir a la escuela, nada peor que esto. Usted y sus hijos deben saber que no hay nada más importante que el desayuno para la agilidad cerebral y la energía del infante. Si el problema es que no sabe qué ponerle en el desayuno, preste atención a estas recomendaciones que la nutricionista Yurielys Callejas preparó para que el desayuno de sus niños sea balanceado.
DESAYUNOS
La experta aconseja que en la variedad está el deleite.
Lunes: crema de avena, un emparedado de pollo o cualquier embutido con tiras de lechuga. Una fruta de estación como naranja, guineo y, si lo desea, puede rematar con una barra de granola.
Martes: cereal de la preferencia del infante, galletas saladas, una rebanada de queso, embutido y una ensalada de frutas (melón, naranja, manzana, uva, entre otras). Si lo desea, ofrézcale al niño un yogur de frutas y agréguele granola.
Miércoles: crema de plátano, si al niño no le gusta, haga maicena de sabores. Dos rebanadas de pan con carnes frías (embutidos) una rebanada de tomate y lechuga. No tema, las verduras y vegetales son excelentes en la mañana. Para variar, dele al niño una bolsita de pasas o fruta de su preferencia.
Jueves: un vaso de leche, sin saborizantes. Si el niño es alérgico a la lactosa, procure servirle leche deslactosada. Esto le dará los nutrientes necesarios, sin ponerlo en aprietos en la escuela. Pedazos gruesos de pollo de sobre mezclados con mayonesa sin grasa, uvas. Ofréscale las barras de granola como postre.
Viernes: jugo natural, cereal, una rebanada de queso blanco, torta de huevo o huevo sancochado, galletas saladas, una pera y, si el chico lo pide, un yogur de frutas con granola.
NOTA:
La nutricionista Yurielys Callejas asegura que lo mejor es dejar casi todo adelantado desde el día anterior (pique las frutas y déjelas en el refrigerador y el jugo exprimido) para no andar con prisas en la mañana y recordar combinar los alimentos. Si el niño no quiere comerlo todo, procure que al menos pruebe cada uno de los alimentos que colocó en la mesa.
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