Ha aprendido a convivir con la discapacidad y a ser muy paciente ante tanta adversidad de la vida.
Hace un año y cinco meses su hija sufrió un accidente de tránsito y quedó casi en estado vegetativo.
Así contó a DIAaDIA Agripina Quintero, oriunda de La Arena de Chitré y madre de la pequeña María Milagros Baules, de 3 años y 8 meses.
Y al encomendarse a Dios, las cosas han mejorado, luego de aquel trago amargo. Su hija entró a recibir terapias en el IPHE de Chitré y ya puede mover varios miembros de su cuerpecito. Para mayor alegría de Agripina, este año, por primera vez, Milagritos asistirá hoy a su primer día de clases en el kinder del IPHE. Dijo que la inclusión de las personas con discapacidad en las aulas regulares será un mundo por explorar, pero necesitan del apoyo y aceptación de todos. El padre de Agripina tiene una traqueotomía, una sobrina padece Síndrome de Dawn y otro familiar tiene pie equinovaro.
100% CONSAGRADA
Para Agripina, el tiempo que le dedica a su pequeña María Milagros es incalculable. Y así será hasta que Dios le dé vida, afirmó.
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