Diego Adrián Aguilar, un pequeño de tan sólo 1 año y cuatro meses, ya sabe a su corta edad qué es tener necesidad y pasar hambre.
Es usual encontrar niños con severos casos de desnutrición en lugares apartados de nuestra geografía nacional y un poco extraño saber que existen algunos en áreas urbanas, como le sucede al pequeño Diego, que reside en las Malvinas de Pocrí, en Aguadulce.
El niño Diego está bajo el cuidado de su tía, Virgen Cumbrera, la cual tiene cuatro hijos que mantener con el pequeño salario que recibe su esposo, quien trabaja para la refinería de sal. Sólo hay 5 camas sin colchón para todos.
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