Qué digo Menudo, Backstreet Boys o Salserín, los chicos de RBD hicieron que Panamá se calentara nuevamente con euforia juvenil. Amigos, no les miento, la llegada de RBD revolucionó al país.
Bueno, empezaré esto rápido. Les cuento que cuando llegamos al Figali, nos quedamos con la boca abierta al ver la cantidad de personas que había para entrar al concierto. Eran filas, filas, filas... ¡uff!... filas, que no terminaría de mencionar, parecía que estaban regalando plata o algo así.
Imagínense que había chicos que no iban a entrar, sino que fueron a "parkear" y otros llegaron a la 1: 00 de la madrugada del día anterior.
¡Ay Dios! Abuelos, tíos, papás, mamás, niñas, niños, en fin, toda la familia hacía la fila para entrar. Pequeñas en sillas de ruedas, eso era impresionante, pero estaban allí para ver a sus ídolos. Y, de repente, el reloj marcó las 7: 00 de la noche, y como en una obra de teatro se abrieron las puertas.
La primera puerta era la de las embarazadas y jubilados; sí, ellos también estaban allí; a las 7: 15, la de la gente VIP y poco a poco se llenaba. De repente, empezaron a entrar todos, ¿saben qué era lo más sorprendente? Nadie estaba aburrido, sólo coreaban las canciones de estos chicos . ¿No entiendo?
Y APARECIO RBD
De repente, una luz.... ¡ahhhh!... sí, gritos por aquí y por allá, que no les miento, estoy medio sordo todavía. Pero al grano, eran como las 8: 30 y se oyó una voz grave que decía: "Primera llamada" y el público gritaba como si fueran los chicos; luego pasaron 15 minutos y la misma voz dijo: "Segunda llamada, RBD" y pasó lo mismo. Se sube una tela blanca transparente, teniendo en fondo la pista del tema "Rebelde" y fue, entonces, cuando se vieron las siluetas de Anahí, Christopher, Maité, Christian, Dulce María y Alfonso salieron y... ¡zas! "Y soy rebelde", gritaron los chicos en compañía de todo el público y con ese tema "Rebelde" empezó el show.
Los chicos lucían muy alegres, y como siempre, las coreografías no podían faltar, ya que cada palabra que decían incluía un paso pa' lante y otro pa' atrás. De pronto, el tema " Aún hay algo" y la euforia, en vez de bajar, seguía creciendo, era como una película de terror, donde nadie podía parar de gritar. ¡Pobre abuelitos! Y así siguieron con los temas uno tras otro, pero como tengo que cerrar, sólo les puedo decir que cantaron todo su repertorio y lanzaron todos sus pasos, por lo que estoy seguro que mañana los que fueron tendrán canilleras. Pero si me toca calificarlos, no se asombren, no le llegaron a Salserín, menos a Menudo. ¡Bárbaros!
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