Su sola presencia es significado de respeto por la fiereza sobre el ring.
Manny Pacquiao, el "Demonio Filipino", asumirá un reto ya usual para él: medirse por un título mundial ante un boxeador mexicano.
Superficialmente parece que mañana, ante el mexicano Juan Manuel Márquez, Pacquiao tendrá un "Deja vu" boxístico.
Cinco triunfos al hilo del filipino sobre mexicanos demuestran los quilates de uno de los mejores libra por libra del boxeo contemporáneo.
Márquez posee la corona mundial superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y a pesar de su calidad de campeón, las apuestas indican que Pacquiao será el ganador.
Esta pelea es de revancha, pero en una división diferente. Márquez y Pacquiao empataron en una pelea en las 126 libras, en un pleito en el que los entendidos vieron perder claramente al azteca.
"Ese empate fue algo muy bueno para el mexicano, porque el que debió ganar por decisión era yo. No me gusta discutir, así es que el sábado no va a dejar ninguna duda mi victoria", dijo Pacquiao a Notifight. "Solo quiero satisfacer al público con mi actuación y hacerlos felices. Rezo para que no nos lastimemos Márquez y yo y que nadie salga herido."
POCO COMUN
Pacquiao ha tenido palabras pocos inusuales para Márquez, durante las conferencias de prensa previas.