Sentirte joven y a gusto con tu cuerpo, no significa que acabes haciendo el ridículo con una imagen de quinceañera extravagante. Debes ser coherente con tu edad, y la clave del éxito es la naturalidad, el estilo casual y las líneas más clásicas, pero sin caer en lo aburrido.
Acepta: Camisetas, jeans de corte clásico, blusas blancas de algodón, chaquetas, faldas a la rodilla, pantalones rectos, suéteres de punto con cuello en V, zapatos de tacón, y accesorios sencillos como los aretes pequeños.
No aceptes: Trajes sastre, camisetas de tirantes, juegos de bolso y zapatos, demasiadas u ostentosas joyas, pelo largo, maquillaje recargado, bronceado excesivo o peinados exagerados.