Calixto trata siempre de tener el "carrito" limpio para dar una buena impresión. (Foto: : Agustín Herrera)
Viola Guevara Gallimore
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Trabajador. Si hay alguien que nació con ganas de trabajar, ese es Calixto Salas, quien es oriundo del pueblo de Montijo, en la provincia de Veraguas.
Este señor sólo pudo llegar hasta sexto grado, porque es el undécimo de 12 hermanos y sus padres no pudieron con los gastos escolares, pero eso no fue obstáculo para que aprendiera muchas cosas.
Calixto laboró por varios años en el Ingenio La Victoria cortando caña de azúcar. Luego, en unión con su padre, se dedicó a la agricultura. En este oficio aprendió a sembrar maíz, guandú y frijoles. Con la venta de estos productos, su padre obtenía ingresos que le permitieron llevar el sustento a su casa por muchos años, para mantener a su numerosa familia.
Para él este es uno de sus más grandes orgullos, porque aprendió a trabajar desde el campo, gracias a su padre.
NO SE DEJO
A sus 22 años, Calixto decidió tomar otros rumbos y viaja a la capital para independizarse.
Su primer negocio fue un puesto de venta de pollo asado, ya que en esos tiempos era más económico y famoso.
INSEGURIDAD
Luego del negocio de la venta de pollo asado, Calixto logró ingresar a una empresa a trabajar como guardia de seguridad.
Ocho años después, al ver que la delincuencia aumentaba, decidió dejar el trabajo de agente de seguridad y se independizó nuevamente.
SU NEGOCIO
Finalmente, Calixto inició el negocio de la venta de "hot dogs", en el que lleva 15 años. Se levanta a las 7: 00 a.m., comienza vendiendo su mercancía en varias compañías y luego, al mediodía, se instala en la Plaza Edison, donde le ha ido bien.
BUEN PADRE
Calixto dijo que siempre conversa con su hijo de 9 años y le da buenos consejos, como él los recibió de su padre.