Explotaron su amor por la tierra. Fue tal la impresión que se llevó Franklin Rodríguez cuando compró en el Mercado de Abastos un plátano a 15 centésimos, que decidió hacer su propio huerto.

Es así como este humilde panameño se propuso aprender a crear su propio huerto casero para no tener que comprar más comida cara.

Su inquietud lo llevó a acercarse a la Fundación Ingenia (FIGENIA) y se inscribió en los seminarios del proyecto del huerto casero del ingeniero Luis Montenegro.

Ayer, él convirtió su sueño en realidad, al ser una de las 10 personas que culminaron con éxito el primer curso.

Este acto fue aprovechado para inaugurar la primera fase del huerto demostrativo que estará ubicado en la USMA. El huerto tendrá todas las etapas de cultivo y será usado para que los participantes del curso hagan sus prácticas.