Si alguien puede dar fe de que el Centro de Cumplimiento de Tocumen es un verdadero infierno es Juan, nombre ficticio de un custodio civil. Él destacó que la falta de personal es uno de los problemas que más afectan a los custodios. Solo tres, que trabajan turnos de 16 horas, deben cuidar aproximadamente 160 internos del Centro de Custodia, y otros 160 en el Centro de Cumplimiento en Tocumen.

Juan no oculta que hay compañeros a los que les gusta golpear, y asegura hay dos clases de custodios: los malos y los buenos. Los malos son los que cobran por introducir los teléfonos celulares, armas y droga. Por este trabajo cobran hasta B

50.00, lo malo de esto es que son los buenos custodios los que pagan las consecuencias. "Nos dicen que nos van a recoger en la calle, cuando no les quieres hacer algún favor", informó.

Reconoció que este trabajo nadie lo quiere, porque muchos están enfermos de la presión y los nervios. Además, los B/400.00 mensuales que reciben de salario tampoco alientan a nadie.

Para este custodio, la directora es inocente de la tragedia ocurrida el 9 de enero, y reconoce que hubo mal manejo de la Policía. Alega que el incendio fue provocado por bandas rivales que querían fugarse del Centro.

A Juan le ha tocado ver compañeros y jóvenes apuñalados, por suerte él no ha sido atacado. Considera que los trata como un padre, pues los privados están faltos de aprecio.