Casi siempre hacemos énfasis en los alumnos, en sus comportamientos, deberes y tareas en la escuela, pero esta vez les diremos las características de un buen maestro o profesor. Son las personas que guían a nuestros hijos mientras nosotros no podemos; los que les enseñan y forman su personalidad, es por eso que tienen que cumplir ciertas normas, ya que son quienes cuidan y educan a nuestros más grandes tesoros.
El buen maestro Es jovial, optimista, tiene buen sentido del humor. Es humano, amigable y trata de comprender a sus alumnos.
Procura hacer interesantes sus enseñanzas, despierta el deseo de trabajar; convierte su labor en un placer.
Es estricto, domina a los alumnos, les infunde respeto. Es imparcial. No tiene preferidos ni consentidos. Es paciente, bondadoso y simpático.
Es justo para calificar las tareas y las pruebas. Es franco y recto en el trato de sus alumnos. Exige que el trabajo sea bien hecho con el debido tiempo, invita a trabajar.
Da la impresión de que sabe más de lo que enseña. Respeta opiniones de los alumnos, no impone las suyas propias. No se siente superior ni importante. No pretende saberlo todo.
Es servicial con sus alumnos, les ayuda a resolver sus problemas. Prepara cuidadosamente sus clases, lleva consigo cuanto hace falta. Atiende sin impacientarse a cada uno de sus alumnos.
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