El raspa’o es uno de los refrescos que ha deleitado por años a grandes y chicos. En los diferentes parques de la ciudad, en los eventos o en las principales avenidas, se puede observar a estos vendedores con sus carretillas ofreciendo sus diferentes sabores de raspa’os.

Alexander Degracia lleva aproximadamente 9 años vendiendo raspa’o en el área del Mercado de Abastos y en La Peatonal.

Nos comenta Degracia que cuando compró la carretilla invirtió 160 balboas, y que a pesar de tenerla por muchos años, considera que ya es hora de cambiarla por lo deteriorada que se encuentra.

Durante el día invierte 15 balboas, y cuando la venta está buena, hace de 30 a 40 balboas diario. Degracia vive en Torrijos Carter y se traslada todos los días hacia La Peatonal para vender los raspa’os, de 11 de la mañana hasta las 6 de la tarde.

Degracia indicó que, a parte de vender raspao’s, también trabaja en la noche cuando lo llaman para realizar cualquier trabajo, por contrato.

Degracia comentó que cuando llega la temporada de invierno la venta se pone más difícil y es por eso que tiene que buscar trabajos por tres o seis meses para poder subsistir.

Por otro lado, manifestó que hoy en día la leche condensada, los vasos y carrizos que se utilizan para la venta de raspa’os están muy caros. Por esta razón hace un llamado a los comercios, que piensen en el pobre que es su principal consumidor.

"Pienso que estas empresas deberían patrocinar a los vendedores de raspa’os las carretillas, porque algunas están en mal estado", dijo.