"Yo no pensé perder todo lo mío así". Era lo único que decía Rubén Valderrama, mientras veía cómo su casa era consumida por las llamas.

Minutos antes, él había apagado un herbazal ubicado detrás de su vivienda (ubicada en el sector de El Águila de Curundú) y se había ido a comprar unas cajas de soda.

Pero al regresar de hacer el mandado se encontró con la sorpresa de que todas sus pertenencias habían sido consumidas en el siniestro.

De aspecto desgarbado, este humilde hombre, que se dedica a reciclar hierros, dijo que con ésta eran tres veces que su casa se había quemado.

Piensa volver a construir su casa, pues tiene 43 años de vivir en el lugar. Mientras tanto, se alojará en la casa de una hermana en el mismo barrio.

La rápida acción de los vecinos evitó que el fuego se propagara a las demás casas. Los bomberos investigan qué inició el fuego.