Es un enemigo silencioso que se está arraigando en la población de la comarca Ngöbe Buglé.
Se trata del VIH/SIDA, enfermedad que cuando le es confirmada a los pacientes indígenas de esta región la asumen como una maldición o brujería, debido a sus costumbres.
Esta situación, evidentemente, se torna muy difícil para los profesionales de la salud, ya que los afectados generalmente dejan de asistir a las terapias antirretrovirales, alegando alguna mejoría a través de sus visitas a los "curanderos".
SALEN Y REGRESAN CON LA ENFERMEDAD
DIAaDIA se trasladó hasta el Centro de Salud de Soloy, distrito de Besikó, y allí se entrevistó a la enfermera Yanitza Barrios, quien por sus años de experiencia relató cómo son las formas del contagio en la comarca Ngöbe Buglé.
De acuerdo con la "Miss" Barrios, el VIH/SIDA está llegando a la comarca a través de la migración de indígenas que salen a trabajar, estudiar y luego retornan a sus comunidades.
POR EL ALCOHOL
En vista de que en esta región, se rigen por la Ley 10, que creó esta zona, y que impide la proliferación de cantinas y bares, hay indígenas que se van a las áreas de las costas para aprovechar el movimiento de turistas y la venta de bebidas alcohólicas, algunos lo hacen con la intención de mejorar su condición de vida.
"NO SE CUIDAN"
Este es precisamente el ambiente favorable para tener contactos sexuales, incluso con personas infectadas. No obstante, en el caso de los indígenas prevalece la oposición al uso de métodos anticonceptivos como el condón. Barrios puso de ejemplo que en el área de Almirante, uno de estos indígenas pudo tener contacto sexual con alguien que tiene el VIH/SIDA y luego regresa durante sus vacaciones al área comarcal y convive con sus esposas o novias, ampliando así la cadena de contagio de enfermedades de transmisión sexual, entre ellos el SIDA, y por ende, la muerte.
CUANDO SON DETECTADOS
La enfermera Barrios manifestó que también este grupo de indígenas practica la poligamia, otro factor de riesgo para que la enfermedad del SIDA se propague a grandes velocidades.
Se informó que cuando el paciente es captado, hay dos preguntas claves y sus respuestas son afirmativas. "¿Ha salido usted del área comarcal? ¿Tuvo usted un tipo de relación sexual por allá?", entre otras.
La entrevistada también reveló que esta situación es preocupante, pues se están registrando casos de jóvenes entre 16 y 17 años. Precisó que en las regiones de Kusapín y Kankintú hay mayor incidencias de pacientes con esta mortal enfermedad.
DEJAN DE ASISTIR
Cuando en estas áreas un paciente es detectado con VIH/SIDA el caso se expone ante la región de Salud, se envía al paciente a un hospital para su evaluación y se le hacen los exámenes de laboratorio. Adicionalmente es referido a epidemiología para iniciar su tratamiento e incluso se le brinda asistencia psicológica. Sin embargo, la enfermera Barrios enfatizó que la tendencia es que el afectado asiste a sus primeras terapias, pero deja de asistir, puesto que busca ayuda en la medicina botánica o en los denominados "curanderos". A veces cuando regresan a sus terapias, ya es demasiado tarde.