Celestino "Pelenchín" Caballero levanta la ceja izquierda y se seca el sudor que corre por su frente. Acababa de hacer cinco minutos de sombra en el ring. Parece león enjaulado en el gimnasio Warrior's Boxing. Suda y no se cansa de romper el aire con la velocidad de sus puños. Debutó hace ocho años como boxeador profesional (18 de noviembre de 1998). Tiene récord de 25 victorias, con 18 nocauts y dos derrotas. Habla a mil por hora. Tiene 30 años de edad, tres hijos (Naybelis, Nayibeth y Jaik) y tres peleas de campeonato mundial (dos interinos).
Hoy, en el Hotel Seminole Hard Rock, hará la primera defensa de su título del peso súper gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), ante el mexicano Ricardo "Piolo" Castillo.
"Dios me ha dado la bendición de ser campeón del mundo y lo seguiré siendo por muchos años más", dijo muy emocionado Caballero.
Era el momento de hacer guanteleta y así lo hizo saber el entrenador panameño, Francisco Arroyo.
"Ahora sí te voy a demostrar las combinaciones que harán pedazos al mexicano Ricardo Castillo", agregó el monarca de las 122 libras.
De repente, izquierdas y derechas hacían explosión en la guanteleta, ante el asombro de las personas que estaban en el gimnasio.
"Ahora quiero que tires la izquierda, esquivas y luego explotas con la derecha", comentó Arroyo, dándole indicaciones al campeón del mundo.
Los bombazos eran del agrado del apoderado de "Pelenchín", Rogelio Espiño, quien seguía de cerca los entrenamientos.
De repente, ¡bundum!, voló la guanteleta que estaba en la mano derecha de Arroyo.
"¿Viste lo que le va a pasar al mexicano? Le voy a llenar la vida de 'pelenchinazos' mortales", expresó Caballero, mientras se reía a carcajadas, porque Arroyo se quejaba del dolor en las manos.
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