Crescencia preparó su salón de clases para recibir a sus alumnos. (Foto: A.Herrer y E.Barrio. / EPASA)
Carolina Sánchez P.
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Moda versus el alto precio de los útiles. Desde malas caras hasta "pataletas" es lo que tienen que soportar los padres de familia en caso de que no le puedan comprar a sus vástagos los zapatos y cuadernos que están de moda.
Los más chicos corren para ver el comercial en el que sale el "reggaesero más pegado" promocionado los calzados, que trae la oferta de la agenda o el juego de mano.
Quien no lleve estos calzados se convierte el estudiante "gallo" del salón.
Henry Benavides tiene 10 años y asistirá al V grado de la escuela Bilingüe Emmanuel en Burunga. Con días de anticipación fue con sus padres a comprar sus útiles.
"MENOS PASAR PENA"
"La mochila JanSport está lista, mis zapatos y, sobre todo, mis cuadernos preforrados", contó. Él es consciente de que sus padres hacen un sacrificio por mandarlo a una escuela privada, por lo que los recompensa con las buenas calificaciones. "Sé que si obtengo buenas notas ellos me compran las cosas que quiero", sotuvo. además, reconoció que no le gusta llevar cuadernos que no sean preforrados, porque ante sus compañeros eso es pasar pena.
LOS VIEJOS TIEMPOS
Crescencia de Villarreal es maestra jubilada y labora en el Colegio Santa Marta de Pueblo Nuevo, enseñando a niños de primaria. Comentó que tiene 35 años de estar educando a alumnos y recordó que antes los forros de los cuadernos era sencillo, no traían dibujos de las cómicas y de los programas que transmiten en la televisión. "Lo mejor es que era baratos, porque se encontraban de 0.25 centavos", aseguró.
Ella lamentó que los tiempos hayan cambiado y el cuaderno más económico esté en 0.85 centésimos.
"En cada inicio de clases observo cómo los alumnos, unos a otros, se ponen a enseñar los útiles que le compran sus padres. Las niñas son las que tratan de combinar cuadernos, libretas, lápices, borradores y sacapuntas. Ahora mismo todas quieren tener objetos de Hanna Montana", reveló.
Recordó que cuando empezó a dar clase en una escuela oficial, sus alumnos llevaban cuadernos forrados con páginas de revistas, papel de regalo, figuritas y papel plástico.
"En mis tiempos lo importante era aprenderse las lecciones. Además, de que todos los niños llevan los mismos cuadernos Balboas", indicó Villarreal. Afirmó que los comerciales que salen en la televisión influyen en los estudiantes, porque quieren llevar los zapatos más bonitos, de los contrario, es catalogado como un estudiante "gallito", pero que ese tipo de caso se da en las escuelas particulares. De antemano se sabe que los cuadernos no hacen la calidad del estudiante.