¡Ay Dios! Bueno, amigos, no se equivoquen, ya que no les hablo de la fortuna del guapo español Antonio Banderas, qué va, es algo ligado. Se trata de la cadena de restaurantes del actor, de la cual nos enteramos que se va a pique dizque porque éste no para de bailar reggaetón.

¿Cómo? Pues eso dicen, y aluden la pérdida debido a que "El Zorro", Antonio, no para. Sí, no para, ya que acaba de terminar tres proyectos y no le dedica tiempo al restaurante.

La primera película es la que comparte elenco con Jennifer López; la otra, el camino de los ingleses, que es su segundo filme como director; y la tercera, "Take the lead", en la que encarna a un profesor de baile que da lecciones de civismo a un grupo de pandilleros con dulce reggaetón de fondo. ¡Hummm!

La cocoa es que en el gastronómico, en cambio, las cosas no le ruedan tan bien como en el cine. Su red de franquicias, que nació con la compra de un local en la calle Granada de Málaga y que hoy consta de alrededor de diez restaurantes, en la cual Banderas se preocupó "personalmente por el desarrollo de todas las negociaciones", hoy nadita de nada.

Fíjense que cambió su domicilio y como se diría en buen panameño "fluflú voló". ¡Cómo derrocha la plata!