Cortesía: Almacén El Titán, Plaza Carolina.

Los niños merecen un calzado que proteja y consienta sus pies, y las zapatillas ofrecen esta comodidad, que muchas veces no se obtiene con otros zapatos.

Sin embargo, comprarles zapatillas a los niños puede ser en muchos de los casos una mala inversión, razón para ser precavidos a la hora de escoger este calzado.

A la hora de comprarles las zapatillas a los niños, es aconsejable ponerle un calcetín similar a los que vaya a utilizar. Debe observar al niño mientras camina por la tienda para saber si se encuentra o no incómodo.

Por más que conozca la talla del niño, es aconsejable que le pruebe las zapatillas antes de comprárselas. Recuerde, además, que las tallas no son coincidentes en todas las marcas; no todos los modelos encajan igual en los pies de los pequeños.

No olvide que un zapato pequeño daña tanto el pie del niño, como otro demasiado grande que le impida caminar con soltura.

Lo importante es que el niño tenga los pies protegidos y los zapatos bien sujetos.

Para el exceso de sudoración, lo ideal son los calcetines de algodón en verano y de lana en invierno.

No es recomendable usar zapatitos de plástico, ya que favorecen la sudoración y sólo está aconsejado para breves momentos, por ejemplo, para la piscina.