Trabaja para superarse. María José Redes es una nicaragüense que a sus 18 años trabaja ayudando a su madre en un kiosko, ubicado en La Gran Estación de San Miguelito.

Su amor por el diseño la llevó a elegir la arquitectura como profesión, pero la falta de dinero en su hogar la ha llevado a trabajar junto con su madre.

En ese puesto de venta hay de todo un poco, tanto así que es llamado el "El Mini Super", ya que a pesar de ser un puesto tan pequeño, cuenta con una gran variedad de productos que van desde burundangas, pañuelos, cortauñas, baterías y cuadernos, en fin la lista es interminables.

NO HA SIDO FACIL

A pesar de tener una corta edad, María ha pasado por momentos difíciles con su madre, entre ellos la discriminación y humillación de aquellas personas que no aceptan que extranjeros vengan a superarse y soñar con tener una mejor vida en este país.

Una de las amargas experiencias fue que hace dos años una persona malintencionada les llamó a Migración con el objetivo de desalojarlas del puesto; sin embargo las autoridades descubrieron que sus papeles están en regla, por lo que no pudieron perjudicarlas. Desde ese incidente, estas mujeres han pasado por altas y bajas, pero aseguran que su fe en Dios la mantiene de pie y sabe que Él no las va a defraudar.

SUEñOS

Terminar su carrera de forma exitosa y poder recaudar la cantidad de dinero suficiente para construirle un negocio más grande, y que de esta manera sus clientes se sientan más cómodos y así poder vender más productos.

Ella en conjunto con su madre han estado ahorrando para poder traerse a su hermano de Nicaragua y brindarle una mejor calidad de vida.

En su tiempo libre, María realiza las asignaciones que le dejan en la universidad. Además cuida y juega con su monito "Pancho", quien según ella es como su bebé.