"Estoy cansada de llorar sola por las noches. A veces me acuesto pensando qué comeremos mañana". Esa fueron las palabras de la señora Beatriz Castro, de 68 años, y que reside en el sector de Tierra Negra, San Martín, en San Miguelito.
Ella reside en una humilde casa que su hijo Víctor no logró terminarle, pues hace dos años falleció. Ahora "Doña Betty" tiene que atender a su esposo Pedro Martínez, de 78 años, y para la manutención de ambos sólo cobra su pensión de B/.35.30 mensual. Pero junto a ellos viven los tres hijos que dejó Víctor y también su esposa, que quedó desempleada, luego de trabajar en un almacén, y todavía no ha conseguido trabajo.
Éste es el rosario de problemas que reza a diario en la mente de Beatriz.
Esta señora admitió que cuando hace falta algo para poner en la paila, ella va a la Junta Comunal de Mateo Iturralde y de allí nunca regresa con las manos vacías, pero ya le da pena pedir tanto, dijo.
Ahora, con el inicio del año escolar, está preocupada, porque sus nietos no cuentan con los útiles escolares y los libros para estudiar.
Además de eso, dijo sufrir mucho cuando su esposo se enferma a altas horas de la noche, pues donde vive es un cerro y para llegar a la calle hay que subir y bajar varias escaleras. Producto de esas diligencias ya ha tenido varias fracturas en sus extremidades. Hace rato esta familia no paga recibo de luz, ni agua y las entidades ya conocen de su caso, dijo Beatriz.
SUS TESOROS
El nieto más pequeño está en kinder, las dos nietas mayores están en el Comercial Panamá y otra en el Instituto América.
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