Como una excusa que no va al caso, considero que ha sido el informe que entregó el técnico de la selección de fútbol Sub-23 de Panamá, que trata de culpar al defensor Román Torres y al delantero Gabriel Torres por el fracaso en el torneo preolímpico, que se desarrolla en Estados Unidos.
Es verdad que en la habitación de estos dos jugadores, titulares indiscutibles en el seleccionado, se metieron algunas cervezas y personas ajenas a la delegación (ellos mismos aceptaron que fue así), pero este acto de indisciplina no fue la causa de que el equipo quedara eliminado, porque cuando se dio esta situación, Panamá no tenía ningún "chance" de pasar a la otra ronda.
Así que señor Guimaraes, no culpe a los muchachos por eso. Pero no todo queda allí, porque al hacer esa acusación contra estos dos jugadores, lo que ha provocado es que ellos hayan reaccionado, al manifestar que en el grupo hubo futbolistas que les faltó poner más empeño en el terreno de juego, y que esa fue la causa.
Otra cosa más que salió a relucir, es la aparente desunión que había en el grupo, porque como lo manifestó Román Torres, hubo jugadores que le dieron la espalda a ellos dos, al ponerse hablar de ambos cuando regresaron para Colombia a cumplir compromisos con su equipo La Equidad.
No es que defienda ni a uno ni al otro, pero hubo un error de ambas partes, porque a pesar de estar Panamá eliminada, creo que los dos Torres tenían que cumplir con la disciplina impuesta por el técnico, ya que mientras todavía estuvieran en la concentración con el equipo, eran parte de la delegación panameña.
Mientras que Guimaraes en ningún momento debió culpar a los chicos por su fracaso como técnico. Tenía que aceptar la debacle como todo un profesional y no buscar culpables.
Ahora con esta acción, lo que ha buscado es que salga a flote el roce que hay entre jugadores de la selección o en otro caso ¿será que a los fracasos "Guima" da como excusa las parrandas de los jugadores cuando ya están eliminados?