Buenos días, señora. Desde el día que leí su columna, no he dejado de leerla porque me enseña cómo resolver algunos problemas.
Moza, lo que me sucede no es tan fácil como parece. Me llamo Claudia y trabajo en el Gobierno gracias a que mi hermano es diputado. Todo empezó cuando un señor empezó a trabajar en el mismo departamento. Todo lo hacíamos juntos, incluso hasta almorzábamos en el mismo lugar. A raíz de eso, nació una amistad que se ha convertido en amor.
Él tiene dos hijos y está casado, y yo tengo una hija y estoy casada.
Cuando me di cuenta de lo que me estaba pasando, lo evitaba, pero él me seguía. Un día me dijo que no podía vivir sin mí, porque también se había enamorado.
Le dije que eso no podía ser, ya que ambos tenemos compromisos, pero me dijo que no dejemos escapar este momento que es puro, porque él quiere pasar el resto de su vida conmigo. Le creí y ahora estamos más enamorados que nunca.
Mi esposo ya se dio cuenta de que algo pasa y me tiene loca, porque me persigue y me dice muchas cosas. Además, la esposa de él también sospecha y siempre lo va a buscar al trabajo.
Ambos estamos pensando en escaparnos con nuestros hijos y dejar todo de ese tamaño.
Sé que es una locura, pero no puedo dejar escapar al amor de mi vida. ¿Cómo puedo hacer para que esto no sea doloroso para nuestras respectivas parejas?
CLAUDIA
Ese problema es grande porque involucra dos familias. Antes de cometer una locura, deben pensar bien lo que está sucediendo. No pueden irse con sus hijos y ya. Tú con tu amante tienen que hablar lo que sucede, ya que esto traerá muchos problemas. Amiga, antes de cometer esa locura, piensa en las consecuencias.
Por otra parte, si no quieres problemas, es mejor dejar todo de ese tamaño.