Una prueba de valor. Vivir con VIH-SIDA no es fácil, pero para Nina López convivir con esta enfermedad se siente diferente. Ella se siente apoyada por sus compañeros dentro de la Casa Hogar El Buen Samaritano, ubicado en Juan Díaz.

SU HISTORIA

Nina López es española y tiene 58 años. Ya lleva dos años de residir Panamá. Ella llegó a Panamá en circunstancias delicadas para obtener dinero. Desde joven ha sufrido constantes depresiones y como consecuencia quedó sumergida en medio de las drogas y el alcohol. Aquí conoció a "Fran", quien fue su pareja por dos años.

Hace un año Nina se enteró de su condición de salud, pues "Fran" tuvo un accidente el año pasado y fue allí cuando los médicos le dijeron acerca de la enfermedad de su novio y que ella estaba contagiada.

Al principio Nina sufrió mucho al conocer acerca de su enfermedad, pero no se dejó y tomó esta experiencia como positiva, ya que ella le cuenta a otros sus vivencia a fin de que otras personas no se contagien.

EN EL HOGAR

Nina llegó al Hogar el Buen Samaritano, en Juan Díaz, hace dos meses por intermedio de una amiga, y desde entonces ha encontrado mucha paz en el lugar.

Allí ella canta y le da mucho apoyo a sus compañeros, inclusive reza y pide a Dios por ellos.

En esta residencia habitan 14 personas, la cual más que compañeros son una familia. "Ellos me apoyan a mí y yo a ellos", dijo Nina.

Cuenta que durante el día mira las novelas, ayuda a otras compañeras que no pueden valerse por si mismas, pero le fascina cantar. Para ella el cantar es un bálsamo para el espíritu.

SUS ANHELOS

Espera regresar a España antes de morir ver a sus cuatro hijos, especialmente al menor de 16 años, que es su gran orgullo. Desea regresar a España para estar con ellos en el momento final.

VIVENCIAS

Ha vivido en las calles y le ha tocado dar alimentos a sus semejantes en peores condiciones.