Increíble pero cierto. Son 76 familias con aproximadamente 58 menores de edad, los que viven en el caserón Harmodio Arias, en El Chorrillo, casi todos con problemas de llagas infectadas en la piel, porque viven entre una lama espesa color verde, conformada por el moho, la orina, heces, desechos orgánicos y basura que tiran los inquilinos del caserón.

Algo insólito es que en el inmueble no tienen servicios y hacen sus necesidades corporales en una vasija de helado, le ponen un poquito de agua para que las heces no se peguen al envase y así poder evacuarlas por un tubo PVC, en el segundo piso del caserón, para que minutos después, salga por otro tubo que está en el medio del patio del inmueble, creando una piscina de aguas negras. Piscina en la que juegan los niños inocentemente. Los baños son un cubículo de bacterias y agua estancada mal oliente, en la cual tienen que bañarse porque no hay más opción. La Junta Comunal no los ayuda en nada, y sólo reciben ayuda de la Corregiduría de El Chorrillo, pero la mano de obra la tienen que poner los inquilinos.