¡Fuego, corran que se quema!
No hay detenidos, ni sospechosos por este caso. Domiciano dijo no conocer a los sujetos. (Foto: : Alexander Santamaría / EPASA)

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

La maldad pareciera tomar mayor campo en nuestros días. ¿Dónde están los valores familiares?

Prueba de ello es la acción que tomaron tres sujetos que llegaron a la casa del anciano Domiciano Ortega Cárdenas, residente en la calle principal de Cerro Batea, San Miguelito, aproximadamente a las 2: 30 a.m. de ayer.

"NO QUIERO TRAGOS EN MI CASA"

¿Qué le ocurrió? A esa hora, los individuos llegaron a su casa y lo invitaron a tomarse un par de tragos, además de "quemar unos cuantos blancos y amanecer bien detonados", relató el señor.

INVADIDO POR EL HUMO

Domiciano rechazó esa propuesta. Eso le costó muy caro, pues se acostó a dormir y al rato sintió un olor a humo y al abrir la puerta encontró que los pillos le habían prendido la base de la puerta de su casa improvisada de madera y hojas de zinc.

Inmediatamente buscó agua y lo apagó. "Por suerte, la candela era pequeña y no tenía mucha fuerza", enfatizó.

PAGO FUE SU HERMANO

Eso lo enfadó mucho y quedó con la zozobra de que algo podía ocurrir, pero volvió a recostarse un rato.

Cuarenta y cinco minutos más tarde descubrió que la casa de su hermano, construida a base de los mismos materiales que la casa de Domiciano, estaba en llamas, pero no había nadie bajo ese techo.

Los camisas rojas llegaron a tratar de sofocar el incendio, pero fue demasiado tarde. Sólo había pequeñas humaredas.

¿SEGURIDAD?

Los vecinos dijeron que no hay mucha vigilancia policial en el día en esa área y menos en horas de las noche.

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