Si en un día de lluvia, no sabe con qué entretener a sus hijos, mezcle una taza de sal con dos de harina. Añádale el agua necesaria, poco a poco, hasta obtener una masa que no se pegue en los dedos.
Ponga un poco de colorante alimenticio, y ya está. Si la quiere conservar mucho tiempo, envuélvala en plástico y métala en la nevera. Puede moldearla y hasta cocerla al horno, si desea conservar las esculturas formadas.
|