Amo del tiempo
Luis Cruz.(Foto: Félix Corella / EPASA)

Denise Lara | DIAaDIA

Estando de paso por Calidonia, nos encontramos con un curioso puestito de ventas y reparación de relojes. El relojero resultó ser un joven de 35 años, llamado Luis Cruz. Éste nos contó que desde hace cuatro años se instaló allí, en busca del sustento para su familia.

Inicialmente, Luis empezó sólo vendiendo relojes, pero aprendió a repararlos viendo a un amigo: "Aprendí observando a un compañero mío, me llamó bastante a atención, pero no fue tan fácil, me costó como año y medio", cuenta Luis.

Con los años, este joven se ha hecho de muchos amigos y clientes, que siempre recurren a él cuando "el tiempo se para". Al preguntarle cuáles son las cualidades que todo buen relojero debe tener, éste respondió: "Buen pulso y buen cálculo". Esto lo confirmamos cuando al llegar una clienta que quería chequear el pulso de su reloj, Luis lo tomó sin medir nada, simplemente calculando, quitó lo exacto y el reloj le ajustó perfecto a la dama.

Aunque las cosas se ven difíciles, Luis asegura que el negocio siempre da para ayudar a sus padres, con quienes vive, y para mantener a sus dos hijos.

Este relojero también ha experimentado con la reparación de celulares, pero su fuerte siguen siendo los marcadores del tiempo.

"Hay que poner empeño en todo lo que se hace, si uno quiere aprender tiene que poner todo su esfuerzo", con este pensamiento ´nos dejó Luis, para seguir con su faena.

NEGOCIO

Algunas veces, los clientes les dejan sus relojes, los cuales repara y vende al mismo precio de la reparación.

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