Horrendo crimen

Ellos eran Adolfo Gustavo Ortiz, de 64 años, y su esposa Dora Elisa Carvajal, de 84, quienes cada fin de semana se ubicaban fuera de una tienda del área a vender chances y billetes de lotería, por lo que eran muy conocidos y queridos por su trato amable.

Pero la consternación fue mayor cuando se conoció que el principal sospechoso del doble homicidio era su nieto Anthony Vladimir Ortiz Cortés, de 19 años, quien se dio a la fuga, pero fue capturado.

Según las evidencias, Ortiz fue asesinado con arma blanca y Dora asfixiada. El crimen ocurrió a eso de las 10:00 p.m. del domingo dentro de la casa de la pareja, lugar desde el cual el homicida arrastró los cuerpos hasta el patio trasero, donde también se halló un colchón ensangrentado. La causa aún se desconoce.

Algunos vecinos, en el silencio de la noche, escucharon ruidos extraños, por lo que dieron aviso a la Policía, que a la 1:00 a.m. de ayer hallaron a 100 metros de distancia de la casa a la abuela semienterrada aún con una vincha en su cabeza y a 150 metros en una quebrada estaba tirado el abuelo.

Isabel de Martínez, hermana del señor Ortiz, aseguró que los esposos criaron a Anthony desde los dos años, y que el amor, los detalles, la comida y la ropa no le hicieron falta. A pesar del cariño, el joven se tornaba violento, incluso días atrás mató a un perro. Se presume además que consumía droga.

Felipe Cruz, jefe de la zona policial de Alcalde Díaz, manifestó que el joven intentó escapar una vez cometió el hecho. Además, mantenía una boleta de alejamiento de los padres, quienes vivían en la planta baja de la casa.

Familiares afirmaron que Anthony era violento y que temían llegar a la casa de los abuelos.