Si sus dientes lucen amarillos y no hay nada que se los blanqueé, pruebe lavarse con esta fórmula blanqueadora. Siga cada paso de la receta y obtendrá unos dientes relucientes. Mezcle dos cucharadas de bicarbonato de sodio, dos cucharadas de sal y dos de ralladura de cáscara de limón, frótese los dientes con esta pasta y enjuáguese bien la boca. Le sorprenderá los resultados.
|