La seguridad de los ciudadanos está en peligro. Lo que está ocurriendo entre capos del narcotráfico es para preocupar a cada panameño o extranjero que vive en esta tierra. Es terrible que se utilice a nuestros muchachos como sicarios que matan por encargos, como quien manda a hacer un mandado a la tienda del chinito. Esas prácticas comenzaron hace muchos años en Colombia y ahora se trasladan a Panamá. Si las autoridades y la sociedad en general no hacemos nada, pronto podríamos tener un país envuelto en el caos de la violencia, donde nuestros hijos serán los perjudicados. ¡Cuidado!
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