Un joven fue a una reunión de estudio de la Biblia en la residencia de un matrimonio amigo. El joven quería saber si Dios aún habla con las personas. Después del estudio, se dirigió a su casa. En su auto pidió a Dios: "Si aún hablas con las personas, habla conmigo. Yo te escucharé, haré todo para obedecerte".
Mientras conducía, le pasó algo muy extraño, como si una voz hablase dentro de su cabeza: Para y compra un litro de leche. El joven pensó en el pasaje de la Biblia que habla de Samuel y cómo él no reconoció la voz de Diosl.
- Muy bien Dios, en caso de ser el Señor, voy a comprar la leche, dijo.
Paró, compró la leche y reinició su camino a casa. Cuando pasaba por la séptima avenida, nuevamente sintió un pedido:
- Gira en aquella calle. Giró y de repente sintió que debía parar. Las casas estaban oscuras, excepto una del otro lado de la calle. Nuevamente, sintió algo.
- Ve y dale la leche a las personas que están en aquella casa. Lo hizo. Pudo oír el llanto de una criatura. Un hombre vestido de jeans y camiseta abrió.
El joven le entregó la botella de leche y le dijo: - Compré esto para ustedes.
El hombre tomó la leche y las lágrimas corrieron por su rostro. Luego dijo:
- No teníamos más leche para nuestro bebé. Le pedí a Dios que me mostrase una manera de conseguir leche. Su esposa gritó desde la cocina: - Pedí a Dios que me mandara un ángel. - ¿Ud. es un ángel?
El joven les dio dinero y se fue, mientras le corrían las lágrimas. Él supo que Dios responde los pedidos justos y verdaderos.
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