Volverá a darle la vida

Desde que Doris Herrera tenía nueve años enfrentó problemas renales en ambos riñones, que hicieron que su vida fuera limitada a muchos juegos, que el resto de los niños y adolescentes disfrutaban.

A los 23 años, ella quedó embarazada exponiendo su vida y la de su bebé, pero por obra y gracia de Dios, el niño nació, y esa es la razón fundamental por la que Doris quiere vivir para gozar de las alegrías, tristezas y triunfos de su pequeño.

Hace un año sus riñones colapsaron, por lo que tres días a la semana debe acudir a diálisis. "Cuando mi hija se va a hacer sus tratamientos es una agonía. Cuando alguien entra no se sabe si saldrá e incluso a mi hija le ha tocado ver morir a personas una vez salen de la diálisis”, dijo la señora Doris.

En una alternativa por ayudar a su hija, Doris, su hermano y su tía también quisieron donar un riñón, pero presentaban problemas, hasta que la señora Doris resultó compatible y sin dudarlo, aceptó darle el riñón izquierdo a su hija, a quien se lo colocarán en el lado derecho y tendrá los dos de ella más el trasplantado.

La madre sabe que la vida de su hija cambiará, pero asegura que haría eso, incluso dar su otro riñón a fin de que viva junto a su nieto.

Doris Isaza aconsejó a las personas que se hagan chequeos en los riñones y a donar los órganos, lo que garantizaría la vida a otras personas. Ellas, el 29 de este mes se enfrentarán a esta prueba de amor, y mañana ofrecerán una misa en la Basílica Don Bosco a las 5:00 p.m., por la salud de ambas.