Hasta que se demuestre lo contrario. Esta fue una de las frases que utilizó el forense Luis Benítez en el protocolo de necropsia practicado a la joven Vanessa Márquez.
Aunque en el documento se establecía como causa de la muerte el atropello, el Comité Técnico Forense revocó su dictamen y estableció una nueva razón de la muerte: por precipitación.
Benítez, especialista que realizó la autopsia, dijo que en ningún momento descartó otras posibilidades en sus consideraciones médicos legales, sino que abrió el compás para otras consideraciones.
"Lo que yo haya dicho al principio son conceptos preliminares en base a ciertos elementos que uno ve y trata de analizar". Lo que dice el forense no es letra muerta, por eso existe la investigación posterior.
Aunque el cadáver estuvo en la morgue seis días, al darse cuenta que los familiares se lo llevarían tomó fotos y vídeos en presencia de dos de ellos, porque sabía que empezaría la presión y la "cuerda revienta por el lado más débil".
Por su parte, Carlos Herrera Morán, abogado penalista, dijo que se cometieron irregularidades en la investigación, el médico incurrió en un claro caso de ignorancia técnica de medicina general.
Desde el punto de la necropsia hay grave responsabilidad imputable al doctor Luis Benítez, más cuando el consejo ha revocado su dictamen, y esto podría causar la destitución del galeno por ignorancia inexcusable.
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